La resina natural es un recurso forestal estratégico para muchas comarcas castellano y leonesas como factor de dinamización económica, fuente de empleo rural, elemento de fijación de población y herramienta de conservación del propio patrimonio forestal y natural.
Tradicionalmente en España las especies resinadas han sido el pino resinero (Pinus pinaster), el pino carrasco (Pinus halepensis), y el pino laricio (Pinus nigra). En la actualidad la única especie cuya resinación tiene relevancia es el Pinus pinaster, mientras que el aprovechamiento de Pinus halepensis y Pinus nigra, que en 1929 representaban el 10,3% de los pies resinados en España, desapareció a partir de 1999.
Masa de Pinus pinaster en resinación
Las excelentes aptitudes resineras de las masas de pino resinero castellanas y leonesas han situado a Castilla y León a la cabeza de la producción histórica de miera nacional, que llegó a alcanzar un pico productivo de 55.000 toneladas en el año 1961.
En la actualidad la Comunidad Autónoma, tras un periodo en el que la actividad estuvo al borde de la desaparición a finales del siglo pasado, sigue liderando la producción de miera a nivel nacional aportando cerca del 93% del total, lo que supone unas 12.200 toneladas en el año 2017.
Según el Tercer Mapa Forestal Español (MFE3), el pino resinero se encuentra presente en 477.000 hectáreas de los bosques castellanos y leoneses, de las que en casi el 76% se presenta como especie principal, con cerca de 289.600 ha en formaciones resineras puras, cuya gestión podría dedicarse al uso y aprovechamiento resinero.
Mapa de distribución de masas puras de Pinus pinaster. Fuente: MFE3
La resinación se practica en ocho de las nueve provincias de Castilla y León, aunque los pinares de mayor tradición y producción resinera han sido los de las provincias de Segovia, Soria, Ávila y Valladolid; León con un notable incremento de la actividad, Salamanca, Zamora y Burgos siguen en importancia en cuanto al número de expedientes de montes en resinación.
Mapa de municipios resineros de Castilla y León. Elaboración propia
La oleorresina extraída del pino por el resinero es lo que se denomina miera, nombre que conserva hasta su entrada en la fábrica, donde se eliminarán las impurezas y el agua. Tras su depuración el producto cambia de nombre pasando a denominarse resina.
De la destilación de la resina se obtiene entre un 68-70 % de colofonia, un 20-22 % de aguarrás y entre un 8-10 % de agua e impurezas
Actualmente, la colofonia se usa en la fabricación de tintas de impresión, en las soluciones utilizadas en el acabado del papel, como emulsionantes en la fabricación de caucho sintético, en adhesivos, goma base para fabricar chicles, bebidas, productos depilatorios, jabones, pinturas, etc.
Tradicionalmente el aguarrás ha tenido su uso principal como disolvente y en la fabricación de pinturas, pero en la actualidad la aplicación más importante es la producción de materias primas para la fabricación de fragancias, aromas alimentarios, vitaminas y resinas politerpénicas.
La extracción de resina de los pinares es una actividad que contribuye al uso multifuncional del bosque, al ser compatible con otros aprovechamientos como el maderero, la biomasa, la recolección de frutos, la caza o el turismo.
La resinación genera beneficios ambientales y sociales relacionados con el incremento de la biodiversidad, la protección del suelo, la amortiguación de perturbaciones ambientales y la protección de la atmosfera. Son las denominadas externalidades positivas de la actividad, sin precio de mercado, pero que son recibidas por la sociedad como consecuencia de la práctica de la actividad resinera en los montes castellanos y leoneses.
Desde el punto de vista socioeconómico, la actividad resinera contribuye a paliar el problema de la despoblación del medio rural en comarcas especialmente castigadas por este fenómeno, al proporcionar una fuente de empleo no deslocalizable.
Las favorables características sociales, ambientales y económicas de la actividad de extracción de la resina natural, sus propiedades como materia prima tecnológica sustitutiva de productos derivados del petróleo, sitúan a la resina natural de Castilla y León en el centro de las nuevas tendencias bioeconómicas de la Unión Europea, la economía circular y la economía de kilómetro cero.