La historia de los resineros de Coca
La historia de los resineros de Coca, en la provincia de Segovia, se remonta a tiempos ancestrales, y de ello se hace eco el artículo publicado el pasado 10 de octubre en el digital Segovia audaz.
El artículo señala que, como en muchos otros lugares de tradición resinera, la historia de los resineros de Coca, en la provincia de Segovia, se remonta a tiempos ancestrales. En la provincia segoviana se produce aproximadamente la mitad de toda la resina que se recoge en el país. Así lo recoge el Portal de Información y Análisis de los Incendios Forestales OsboDigital.
Según la publicación de Segovia audaz, que pasamos a reproducir, «la villa de Coca fue la primera «que tuvo una ordenación de montes con la resina como gran protagonista en 1901 (Pinar Viejo)», apuntan. Además, destacan, «mantuvo la actividad resinera en la década de los años 90 del siglo XX cuando la crisis asoló al sector resinero español».
Este año, los resineros de Coca recibieron al Grupo Operativo Resinlab. El objetivo del encuentro fue conocer sus retos y las actividades que desarrolla en beneficio del futuro de la resinación. Por su parte, los resineros «transmitieron al grupo operativo sus inquietudes, necesidades y puntos de vista sobre las propuestas de la administración autonómica para asegurar su presencia en el monte durante todo el año», recoge Osbodigital.
El proceso
La conocida revista Muy Interesante publicó hace tiempo un artículo refiriéndose a la gestión sostenible de los montes gracias a la resina.
En el artículo explicaba paso a paso el proceso. «Lo primero es preparar el pino: hay que alisarlo y dejar un espesor de corteza más fino, porque posteriormente se le harán incisiones para extraer la resina”, nos explica Guillermo Arranz, vicepresidente de la Asociación Nacional de Resineros, ingeniero técnico forestal y resinero. “Después se clava una chapa recolectora que se denomina grapa y se engancha el pote o aparato recolector. Entonces llega el momento de practicar las incisiones que originan el exudado de resina. Cuando los potes se llenan, los vertemos en unos carros que, a su vez, se llevan a otro recipiente más grande que al final acaba en bidones de unos doscientos kilos”, nos explica este trabajador que proviene de una familia de resineros y ejerce su labor en los municipios segovianos de Navas de Oro y Cuéllar».
Gestión sostenible
La revista Muy Interesante recogía, a su vez, un trabajo realizado por investigadores del INIA (Madrid), y presentado en el III Simposio Internacional de Resinas Naturales de Coca (Segovia), celebrado hace ya casi 10 años, en 2013. El estudio concluía que «la práctica de la resinación no supone ninguna merma en la riqueza de plantas vasculares y sí que contribuye a otros factores de sostenibilidad como son la protección contra los incendios o la fijación de población rural mediante el empleo forestal».
El renacer de la actividad
La actividad resinera en España ha vivido un renacer durante los últimos años, afirma en su web el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. El MAPA atribuye ese ‘renacer’ a «la crisis económica que ha provocado que los jornaleros de la resina vuelvan al bosque para recolectar este producto». Recuerda que durante la década de los 60 esta actividad económica vivió una época dorada en nuestro país. Entonces, se recogían entre 40 y 50 mil toneladas de resina que daban empleo a cerca de nueve mil personas.
«La extracción de la resina, conocida como resinación, es fundamental para la conservación de los pinares y del medio natural», señala el Ministerio.