Intuyen un futuro prometedor para la resinación por taladro
El Grupo Operativo RESINLAB (GO-RESINLAB) ha finalizado sus trabajos de comparación de la metodología de resinación por taladro con la pica tradicional en las campañas llevadas a cabo entre 2021 y 2022 en las localidades de Tardelcuende, Cuéllar, Tabuyo del Monte y Niveva en Castilla y León, así como en Extremadura (Gata y Siberia) y Castilla-La Mancha (Huerta del Marquesado y Cobeta). Los resultados obtenidos revelan que la pica tradicional sigue siendo el método con el que más productividad se obtiene, no obstante, la mejora obtenida en la resinación por taladro en 2022 apunta a que podrá tener un gran potencial de uso una vez se terminen de desarrollar las mejoras necesarias para resolver algunas cuestiones técnicas.
Uno de los objetivos de la iniciativa GO-RESINLAB ha sido el desarrollo de nuevas tecnologías de extracción para asegurar la sostenibilidad del aprovechamiento en distintos escenarios climáticos y apoyar la profesionalización del oficio del resinero dando estabilidad a una actividad altamente vulnerable por lo que se promueve la integración de mujeres y jóvenes en el sector.
Para ello, el grupo de investigación de la Universidad de Castilla La-Mancha, involucrado en el proyecto junto con la Fundación Cesefor, propuso la comparación de metodologías llevadas a cabo en las campañas de resinación de 2021 y 2022 (seis y ocho parcelas de ensayo, respectivamente) localizadas en Extremadura, Castilla-La Mancha y Castilla y León en las que se resinaron más de 1.500 pies de Pinus pinaster con la técnica tradicional y el mismo número con el método mecanizado ensayado en este proyecto, el taladro circular en superficie con recogida en bolsa cerrada.
Ajustes en la metodología
Los resultados en las parcelas en la campaña del 2021 permitieron realizar ajustes de mejora en el diseño de aplicación de la metodología y los datos obtenidos en 2022 muestran reducciones de producción en la pica mecanizada frente a la tradicional en 5 de las 8 localizaciones, variando entre el 50 y el 13 por ciento. En las tres parcelas donde la producción ha mejorado con el ensayo mecanizado, esa mejora oscila entre el 9 y el 21 por ciento. La pérdida media de producción para todas las parcelas de ensayo, en las que se han realizado 8 picas con un periodo entre picas de 21 días, es del 13 por ciento frente a lo obtenido con la pica tradicional. La producción media con pica tradicional ha sido de 260 gramos por pie y pica frente a los 217 obtenidos con el método mecanizado. Destacar que si se retiran del análisis las parcelas de Segovia (donde se han encontrado las mayores reducciones en la producción al mecanizar) las medias de producción por el método mecanizado y el tradicional resultan estadísticamente iguales.
Comparación de resultados y opiniones
En la campaña 2021, comparando resultados y opiniones de los resineros implicados en el diseño experimental, se observaron “reducciones en la producción de pica mecanizada frente a la tradicional muy variable dependiendo del sitio (desde reducciones del 10% a más de la mitad). Además de surgir problemas por el estimulante utilizado en dicha campaña, que indujo a una reducción de la producción e incrementó los daños en los tejidos, se plantearon mejoras en el protocolo de implementación del diseño experimental para la campaña 2022 con las que hemos obtenido resultados más robustos y consistentes”, explica Daniel Moya quien lidera esta investigación en Universidad de Castilla La-Mancha.
Los datos obtenidos en la campaña 2022 muestran de nuevo una reducción media de la producción con el uso del taladro, pero significativamente menor que en 2021 con 3 parcelas donde, además, no solo no se ha reducido si no que se ha aumentado. Destaca dentro de los resultados de 2022 que la diferencia entre tratamientos es muy variable con resultados en las parcelas de Segovia cercanos a 50 % de reducción en el tratamiento mecanizado frente al tradicional, pero con mejoras de hasta el 21 % con el método del taladro en Guadalajara o del 19 % en Extremadura. Se están analizando estos días las correlaciones climáticas y otras características de las parcelas para poder avanzar en la comprensión de estos resultados desde un punto de vista más amplio.
Por otro lado, se han detectado problemas relacionados con la metodología propuesta y el material disponible para esta experiencia como el tipo de taladro, tamaño de corona, duración y vida útil de baterías, formas y material de apliques, codos, bolsas, entre otras que señalan las vías de mejora a proponer para los siguientes ensayos que se lleven a cabo.
Por tanto, según concluye Aída Rodríguez, coordinadora del grupo operativo GO-RESINLAB y coordinadora de proyectos en la Fundación Cesefor, “en la campaña de 2021 la reducción media para todas las parcelas en la producción obtenida con taladro era del 44 por ciento respecto a la pica tradicional y en 2022 fue del 12 por ciento, es decir, en un año de desarrollo e impulso de la técnica mecanizada se ha mejorado muchísimo. Con estos resultados, podemos intuir un futuro prometedor para esta nueva metodología. La experiencia ganada por los resineros en un solo año, así como los ajustes en la metodología que incluye un cambio en la pasta estimulante parecen dar buenos resultados a corto plazo”.
Además, destaca que la metodología de resinación por taladro tiene múltiples ventajas como la reducción de los tiempos en la operación de desroñe y de remasa (que son muy duras físicamente y que ocupa un gran número de horas dentro de la campaña), mejora los rendimientos finales (kilos por hora trabajada), puede llegar a suponer menor pericia y menor esfuerzo físico que la pica tradicional facilitando nuevas incorporaciones al sector. Asimismo, el recoger la resina en un envase cerrado asegura que la miera está limpia de impurezas y reduce la perdida de volátiles lo que hace que a la industria de primera transformación le llegue una resina de mejor calidad.
“La posibilidad que se abre puede mejorar la productividad, permitiendo la entrada de personal no especializado en la metodología tradicional y mejorando la calidad de resina obtenida. Por lo que su eficacia puede variar por las características de la zona a gestionar. Aún tiene un recorrido de mejora en cuanto a su combinación con distintos estimulantes, tiempos entre picas y material empleado en su ejecución”, remarca Daniel Moya.